La percepción es un proceso nervioso superior que permite al organismo, a través de los sentidos, recibir, elaborar e interpretar la información proveniente de su entorno.
La religión en la que hemos sido educados condiciona nuestra manera de percibir los estímulos visuales, sugieren los resultados de una investigación realizada por científicos de la Universidad de Leiden, en los Países Bajos.
Como vemos ,la manera que tenemos de percibir cualquier cosa,o cualquier persona,está directamente influenciada,por lo que somos.
En otras palabras,y como la Física Cuántica apunta,vemos lo que somos,o mejor dicho ,a nosotros mismos.
Como sabemos,en Cuántica,el mero hecho de observar un campo,no sólo lo altera,es más,lo crea.
Diversos estudios han demostrado que las experiencias culturales (los ámbitos culturales en los que nos desarrollamos) pueden afectar en un sentido amplio nuestra percepción y atención.
Por ejemplo, en 2001, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, demostró que las personas criadas en entornos culturales asiáticos presentaban un estilo perceptivo más holístico (eran más sensibles a las características globales que a las locales de objetos o escenas visuales) que las personas criadas en el ámbito cultural de Norteamérica.
Pruebas realizadas
Lorenza Colzato, psicólogo cognitiva de la Universidad de Leiden, y sus colaboradores, realizaron una serie de experimentos con personas inmersas en diversas tradiciones religiosas y con personas ateas o de educación laica, para comprender hasta qué punto el contexto religioso podía afectar a la percepción visual.
En dichos experimentos se realizaron una serie de pruebas que consistieron, esencialmente, en mostrar a los participantes un cuadrado o un rectángulo que, a su vez, estaban compuestos por pequeños cuadrados y rectángulos.
Los voluntarios analizados debían distinguir bien las figuras grandes que contenían a las demás bien los componentes menores que conformaban dichas figuras.
Por un lado, los científicos compararon la percepción visual de un grupo de estudiantes alemanes cristianos calvinistas conservadores y liberales (el calvinismo es un sistema teológico cristiano y una actitud hacia la vida cristiana que pone el énfasis en la autoridad de Dios sobre todas las cosas) con un grupo similar de estudiantes ateos. En total fueron analizadas 72 personas.
En este caso, se constató que los calvinistas se fijaban más en los detalles, al menos en comparación con los ateos. Esta predisposición al detalle fue evidente incluso entre aquellos calvinistas actualmente menos creyentes (calvinistas liberales), lo que indica que la percepción queda condicionada por el tipo de educación religiosa que se recibe en la infancia.
Por otro lado, en otra prueba se compararon las percepciones visuales de un grupo de 36 adultos jóvenes italianos de educación católica romana o de educación laica, con las de un grupo de 36 adultos jóvenes judíos ortodoxos o seculares de Israel.
El efecto constatado en esta ocasión fue el contrario que en el caso anterior: los religiosos fueron menos detallistas que los ateos, y se centraron más en la figura mayor que en las pequeñas.
Otras conclusiones sacadas a partir de los resultados obtenidos fueron las siguientes: que los efectos de la religión en la forma de percibir estímulos visuales es de larga duración (condiciona incluso a personas no religiosas en la actualidad, pero que han sido criadas en un entorno religioso concreto), y que la extensión de dichos efectos varía en función del grado de severidad de las prácticas religiosas.
Estamos entrenados para ver el mundo de cierta forma.
¿Qué es real entonces?
Realidad...conciencia...percepción...tienen nuevos matices,gracias a la información que nos aporta la física Cuántica.
Chema r. Barroso.
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